El
8 de junio de 1838 es fusilado en la Plaza de San Sebastián, hoy Plaza
Bolívar de Maracaibo, el ilustre prócer de la Independencia Coronel
Francisco María Faría. Este suceso conmovió dolorosamente a Venezuela.
Faría había nacido en la Villa de Altagracia, Estado Zulia.
Concluida
la guerra de independencia, se retiró a su villa natal, donde apoya la
Revolución de las Reformas, con el Cabildo de Altagracia a su favor.
Fracasada la Reforma, capitula con Montilla a cambio de que se le
respeten vida y propiedades. No se respeta el pacto y Faría es expulsado
del país, previo secuestro de sus propiedades.
Cuando
regresa, dos años más tarde, enfermo y sin recursos, en vez de un
anhelado indulto lo que consigue es que lo apresen cerca de Perijá, lo
cargan de grillos y lo fusilan. Un día antes de morir, amargado,
escribió: «Adiós, Patria querida, esposa amada, hijos que fomaban mi
delicia, adiós, amigos y parientes, un recuerdo».
Este fusilamiento echa sombras sobre el Gobierno de Carlos Soublette, quien no concedió el indulto.
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